Tener plantas en nuestra casa siempre es lindo, le dan un toque de calidez a nuestro hogar. Los cactus, son un buen ejemplo. Perteneciente a la familia de las plantas suculentas, son fáciles de cultivar y de cuidar.
Se conoce como suculentas a aquellas planas que poseen un tejido capaz de almacenar agua ya sea en las hojas, tallos o raíces y que también pueden hacer la fotosíntesis tanto de día como de noche. Estas dos cualidades las hacen muy resistentes y con poca necesidad de ser regadas.
Para sembrar un cactus o cualquier tipo de planta suculenta se debe hacer en un recipiente hondo con bastante tierra, para luego trasplantarla a una maceta más grande. Una vez que haya crecido debemos cortar sus hojas para que puedan multiplicarse.
Solo debemos cortar una hoja, teniendo en cuenta que sea un corte limpio. Luego debemos poner la misma sobre la tierra de una maceta, si la tierra esta seca, tendremos que humedecerla, tratando de que el agua caiga alrededor de la hora y no sobre ella, ya que luego esta absorberá el agua directo de la tierra.
Este tipo de plantas como el cactus adoran al sol, por lo que lo ideal sería ponerla en un lugar con mucha luz como un balcón (el clima lo permite) o una ventana donde les de continuamente.La ventaja de los cactus o de las plantas suculentas en general es que necesitan poco mantenimiento, con ser regadas una vez por semana o si notamos que la tierra esta un poco seca, es suficiente para ellas.
No necesitamos de tierra especial con abono ni nada de eso, con un poco del jardín de tu casa o de la de algún conocido o familiar, funcionara perfectamente. Además como dijimos anteriormente, al ser tan fáciles de cultivar, con una sola planta van a poder hacer muchas más, por lo cual es realmente económico.
Fuente: Noticiasnet